miércoles

Micromundos y cifras


Hoy supe que no estoy sola. Hay otras presencias aquí, pero todavía no las he descubierto. He visto luces y elementos que dejé de determinada manera ya no están iguales: alguien o algo los movió. Sigo recorriendo la ciudad y la encuentro genial.
Tengo mi pequeño palacio en la gran torre, desde donde puedo verlo todo.
Trato de adivinar los usos de cada espacio, de casa cosa.
Todavía no encontré ninguna bitácora o biblioteca, sí una sala de planos con imágenes de sus planeamientos.
Estoy resignificando cada indicio.
Ojalá otros avatares inmigraran aquí.
Sería bueno repoblar este sitio.
¿Y si no está deshabitado, como creo?
Posiblemente sólo la coincidencia me alejó de sus habitantes.

martes

Dagas

El filo. Ese borde impreciso que nos dispara hacia un lado u otro.
Encontré lo que buscaba en este sitio fantasma.
Nunca vi a nadie en los días que llevo aquí, que por otra parte no son muchos.
Restos de una civilización.
Indicios desparramados por todos lados.
Me gusta esto. Encontrar un lenguaje disperso en una gran superficie.
¿Vendrá alguien? No lo sé.
Mientras tanto vivo y exploro esta ciudad vacía.
Y fascinante.